miércoles, 27 de abril de 2011

Estoy sola.

Tener 18 años y sospechar de un embarazo puede ser una pesadilla para la mayoría, pero para mí fueron los mejores días que he tenido en mucho tiempo, mi periodo comenzó a atrasarse (cosa que JAMAS pasa porque mi ciclo de 28 días es super exacto) y pensé "estaré embarazada?" y me toqué la barriga y me sentí tan bien, sería mi nene, crecería en mí y no estaría sola porque el necesitaría mi cuidado y yo necesitaría su presencia. Comencé a hablarle, le contaba cómo me sentía, creé un playlist para que se acostumbrara a la buena música, le leía cien años de soledad porque es mi libro favorito, pasé horas pensando en mi bebe y lo feliz que me hacía pensar que posiblemente existía, según mis cálculos tendría 4 semanas de gestación y ya sería buen momento para comprar una prueba de embarazo, la compraría el sábado y el domingo en la mañana se confirmaría que mi bebe es de verdad.

Me puse un poco nerviosa, ansiosa y emocionada, no tengo metas específicas así que tener un nene me daría perspectiva y una razón para estudiar, trabajar y sobre todo vivir. Hasta investigué qué se estaba desarrollando en la cuarta y quinta semana, se empieza a formar la placenta y el embrión esta ahí y mide centímetro y medio, hasta calculé su posible fecha de nacimiento: 4 de enero, capricornio, en luna creciente. Pensé que dadas las circunstancias sería tiempo de cambiar, de aprender a comer, de centrarme y vivir para mi nene. Pensé que sería varón y en el momento de decirle a mi novio el domingo por la mañana cuando tuviera mis resultados, ya hemos pasado por una situación similar que pensamos que estaba embarazada y el se portó muy bien, me apoyó mucho y fue muy comprensivo, hasta hizo un plan de cuánto dinero necesitaríamos para el alquiler, el carro, las cosas del bebe, el parto, en fin, todo, se puso nervioso pero me tocaba la barriga y cuando me saludaba decía "cómo amanecieron?" y me decía "cómo está Ale?" le decíamos Ale al bebe.

Pero a diferencia de esa vez, tenía la total certeza de estar embarazada, de que Ale sí existía y que se estaba desarrollando, aunque decidí esperar tener unos resultados antes de decirle a Daniel. Nuestras familias no estarían contentas, pero sinceramente no me importó, porque tendría todo lo que había deseado: Daniel y Ale.

Notaron que escribí todo en pasado? Hoy la naturaleza me ha dicho que Ale no está, de nuevo. Estoy tan decepcionada, me siento tan vacía, todo este tiempo hablé sola, leí para mi misma e hice planes para alguien que no existe, mi bebe no está, nunca lo estuvo. No estaba buscando a Ale, los métodos anticonceptivos me dan fastidio, pero de todas maneras he concertado una cita e iré al médico el lunes para que me recete pastillas, porque por mas que quiera tener a mi nene, también deseo que tenga lo mejor y que nazca en el mejor ambiente y sea querido por ambas familias, así que lo mejor es esperar unos años.

Sé que nunca existió, pero no puedo evitar extrañarlo ):

PD: pasaré por sus blogs mañana, gracias por estar acá, las amo mucho.

lunes, 25 de abril de 2011

Adicciones

1. Daniel.

Mi favorita de todas, sólo hizo falta un mes para engancharme. Alto efecto de poca duración pero de uso constante. Generador de emociones encontradas. Impulso y estímulo de diversas conductas. Mi novio.

2. Sexo.

Complemento de Daniel. Prolonga su efecto altamente satisfactorio, con cierto efecto secundario: nunca es suficiente. Sinónimo de liberación, necesidad de piel, sudor y demás sensaciones físicas. Difícil de describir.

3. Marihuana.

Introducida por Daniel. Alteración de la percepción, nueva concepción de la realidad antes y después de su punto de clímax, expansión del campo mental, construcción y exploración de conceptos, nuevo mundo temporal que incorpora y modifica elementos reales. Consecuencia: apatía, me gusta este mundo, acá quiero quedarme.

Bienvenidas a mi nueva vida, estos son mis nuevos elementos, no hay nada mas, no estoy yo, ni mi familia, ni la universidad, ni la comida, ni el resto del mundo.

Ya no me importa nada mas, me lancé al viento.